Presenta las diferentes etapas del recorrido de Bertín Youmssi. (Unas 15 líneas)
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Quelle phrase indique la durée du voyage de Bertín ?
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Quelle phrase indique la destination espagnole choisie par Bertín ?
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Quelle phrase indique qu'étudier en Europe pour un Africain est intéressant ?
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Quel argument souligne que les conditions de vie au Cameroun contribuent à la fuite des jeunes ?
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Quel argument souligne le sacrifice que suppose le voyage vers l'Europe ?
UN INMIGRANTE AFRICANO CUENTA SU EXPERIENCIA Y LOS RESULTADOS DE SU VIAJE AL MUNDO DE LA OPULENCIA
http://noticiasuniversia.es/ciencia-nn-tt/noticia/2007
Bertín Youmssi salió de casa por la noche, sin despedirse de nadie. No quería ver llorar a su madre. Tampoco iba a soportar una nochevieja más sin poder dar nada de comer a su hermana y a su hermano. Su país, Camerún no le ofrecía ninguna posibilidad de prosperar.
"En Camerún no hay medicinas. Si te pica un mosquito y coges el paludismo o unas fiebres tifoideas, te mueres. En las farmacias y en la calle te venden pastillas falsas. Tampoco hay posibilidad de estudiar. Muchos niños ni han ido ni irán jamás a la escuela. Y de la universidad para qué hablar, la pública cuesta unos 100 euros al mes. Ni con dos salarios íntegros consigue una familia convencional pagársela".
Su viaje duró dos anos. Anduvo con compañeros de todo tipo: unos ya habían saltado a Europa; otros nunca habían visto la luz eléctrica; los primeros les describían a los segundos los códigos de color de los semáforos1.
"El camino se hace de noche, para que no te pille la policía y te obligue a volver. El objetivo: la frontera de Marruecos. Está en lo alto de una montaña. Llegas arriba, después de noches y noches de andar y de días durmiendo escondido. Abajo, en el valle, hay un tapiz de luz. Es Ceuta. Es Europa. El el paraíso". Pero entre el paraíso y la realidad hay una valla2 triple y electrificada.
Bertín tardó dos anos y medio en juntar los 1300 euros que le pedían por pasar la frontera. Trabajó en lo que pudo. Ahorró cada céntimo. Y conoció a unos hombres que se ofrecían para cruzar a nado el Estrecho. Los porteadores se visten con trajes de neopreno3 y el ilegal se sujeta a su espalda. "Las olas inundan la baca, la nariz. Los ojos pican del salitre. Y, sí, tienes mucho miedo. Miedo a morir ahogado4."
La policía patrulla el Estrecho y evita que los sin papeles entren. "La policía nos pilló. En realidad, nos salvó."
Pasó tres meses en un centro de acogida en Ceuta. Allí Bertín pidió asilo político. Pero se lo denegaron.
"A la hora de marchar me preguntaron hacia dónde quería ir. Pensé que en Navarra, que está al norte, se hablaría francés y allí me mandaron. Me dieron un billete y un papel en que ponía que tenía permiso de residencia durante 6 meses y me comprometía a volver a Camerún después."
Han pasado 5 años desde que salió de su país. El viaje de Bertín aún no ha terminado. En Madrid Bertín aprobó con notas brillantes su acceso a la universidad para mayores de 25 años. "Los que estudian en Europa y vuelven a Camerún obtienen buenos puestos de trabajos en la Administración. Pueden hacer mucho por nuestro país. Y yo voy a intentarlo."
1 El semáforo: le feu tricolore
2 La valla: la clôture
3 El traje (de neopreno): la combinaison (de plongée)
4 Morir ahogado: mourir noyé
Primero, para marcharse de Camerún e ir a su paraíso ideal, Bertín tuvo que recoger trabajando los 1300 euros que le permitirían cruzar la frontera, lo cual representó muchos sacrificios.
Luego, un buen día, se fue de su casa de noche, sin despedirse de nadie, dado que no quería añadir unos sufrimientos a su pobre familia.
Llevó dos años viajando, con varios compañeros muy diferentes. Cruzar el estrecho se hizo de noche, una aventura peligrosísima, escondiéndose de la policía.
Luego, el camerunés pasó tres meses en Ceuta, dentro de un centro de acogida en el cual se le denegaron el asilo político. A pesar de eso, no quiso abandonar el viaje y decidió irse a Navarra, donde se hablaba francés, un idioma que sabía practicar. Ahí obtuvo un permiso de residencia temporal, de seis meses y se comprometió a volver a su país de origen después de este breve periodo.
Finalmente, Bertín pasó cinco años fuera de Camerún. Además, ahí no terminó su recorrido ya que aprobó con éxito su acceso a la universidad en Madrid. Gracias a su recorrido inicial puede soñar con un porvenir estable en Europa, su tierra prometida.